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Este proceso es altamente peligroso pues conlleva al uso de una hipnosis masiva por medio de la normalización de crímenes y la corrupción; consumiendo a las empresas e instituciones o reemplazándolas por sistemas ineficientes al servicio del gobierno de turno, destruyendo la iniciativa personal, fomentando la desidia y no el liderazgo. Trabajando el hombre para el “estado” o para alguna organización a la cual rinda “culto”; disminuyendo la economía y el bienestar, destruyendo el pilar de la familia (quien sea que la mantenga), aplastando la dignidad de la sociedad por medio situaciones sociales incómodas, ridículas e innecesarias; coartando la libertad del individuo a desarrollar su intelecto de manera plena y sin censuras, limitando la posibilidad de salidas al extranjero así como el ingreso de ciertos conocimientos a través de los medios masivos con el fin de mantener la sociedad bajo un oscuro velo.

Todo esto genera individuos incapaces de pensar por sí mismos y mucho menos para los demás, pendientes del trabajo ajeno y no del desarrollo de propias ideas, sin anhelos, sin metas, ni solidaridad; instintivo, autómata reprogramado.

El daño está hecho, la sociedad se destruye ahora sin la necesidad de un líder corrupto.

SAINDE en su afán por conservar y propagar la cultura, expresa a través de Umbral su preocupación arrojando un vaso de agua para apagar un incendio forestal.

No es la intención de SAINDE entrar en terreno político, pero por la actual tendencia política global, que es destruir la cultura,  es que toqué este tema.

Cuídense mucho y escriban siempre.

Nota editorial para Umbral 10 Año 2 Agosto 2015

Eric J. Lagarrigue

01/08/2015