La viuda

 

Despoja a los ingenuos de la tierra, sembrando luces en el cielo, protegiendo a su pálida amante bajo un velo de oscuridad.

 

Las sombras emergen a celebrar, segando a quienes de negro no dejaron teñirse.

 

Rasga la tierra y mira el horizonte, pero no llora, ni extraña; porque su hombre ha muerto cada día por ella.

 

 

Eric J. Lagarrigue 

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