El cementerio de defectos

La competencia nos ha dado la supervivencia a todos los seres vivientes que habitamos este planeta, y ha dado al humano su capacidad para crear la sociedad que hoy tenemos. Pero así como hemos intentado eliminar muchos de nuestros rasgos primitivos, quizás este sea uno de los que también debamos erradicar.

Comprendo que para evolucionar: se debe estar al borde del caos, deben existir necesidades, deben existir falencias, pero también posibilidades.

La actitud competitiva que posee el hombre, a pesar de que nos fomenta defectos individuales como el egoísmo, la envidia, la crueldad, la arrogancia, etc.,  nos ha conducido a este momento. ¿Pero son estos defectos los que seguirán manteniendo el balance de la evolución en nuestro futuro?

Por supuesto que no somos perfectos… para lo que queremos, pues no estamos diseñados para cumplir una tarea en particular, pero somos perfectos para sobrevivir, lo hicimos sin necesidad de grandes pelajes o mantos de grasa, con una piel frágil, sin musculatura ni habilidades de otro mundo. Sobrevivimos con nuestra mente, cambiando las reglas y el aspecto de la naturaleza que nos rodeaba.

Siempre hubo un enemigo que nos motivase a descubrir nuevas fronteras. Pero ahora, habiéndonos diferenciado tanto de un animal instintivo, podemos ser capaces de no necesitar de un enemigo para progresar. Podemos, y hemos inculcado en nuestros hijos,  el placer y el deseo de la búsqueda del conocimiento.

Dentro de poco las maquinas harán todo por nosotros, y ahí es cuando tendremos que decidir si nos adaptamos a una sociedad racional o nos extinguimos a falta de enemigos, dejando paso a una nueva civilización mejor capacitada para la convivencia.

Eric J. Lagarrigue

Compartir

SAINDE: Sociedad de Autores Independientes
SAINDE