Incontables noches

Fueron incontables las noches que busqué tu abrazo en el insomnio, reviviendo las emociones que solo tú pudiste provocarme, pero hendiendo las garras sobre una vieja herida. Porque duele mientras haya un recuerdo. Duele hallarte tan lejos. Y duele que no estemos de acuerdo.

 

Todos los días te escribo y todos los días borro mis palabras. Quizás ya no pueda conmoverte con ellas, pero al menos debo saber que han podido llegar a ti.

 

 

 

Eric J. Lagarrigue

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